Mejorar la eficiencia con una estrategia de activos basada en datos

La eficiencia de las operaciones exige una información fiable que conecte eficazmente a personas, procesos y activos, lo que puede obtenerse priorizando los activos en función del riesgo empresarial.

Si una empresa de fabricación o procesamiento optimiza las operaciones, adopta las mejores prácticas y cultiva el compromiso de su personal, ¿se asegura superar el nivel de referencia del sector? No necesariamente, sobre todo si los equipos de producción, mantenimiento y gestión no hablan el mismo idioma a la hora de tomar decisiones presupuestarias sobre opciones de ingeniería y estrategias de activos. Es fundamental contar con una estrategia de gestión del rendimiento de activos (APM) bien definida para gestionar una empresa fiable, segura y rentable.

Vincular los activos a los objetivos empresariales

Los activos operativos son fundamentales para cualquier operación de producción, pero a muchas empresas les resulta difícil ver y priorizar el mantenimiento de los activos desde una perspectiva lo suficientemente amplia. Esto sucede en las fábricas más antiguas, construidas y modificadas durante décadas, pero también puede ser un problema en instalaciones más nuevas y optimizadas. Es difícil dar un paso atrás para resolver los problemas cotidianos —como la naturaleza urgente del mantenimiento reactivo después de una estrategia "funcionar hasta que falle"— para tener tiempo de examinar la situación en su conjunto.

Sin embargo, después del esfuerzo inicial de buscar la raíz del problema, se obtienen muchos beneficios y se gana eficiencia con el tiempo. La evaluación de los activos en relación con los objetivos empresariales puede acelerar en gran medida la creación de procedimientos precisos para la toma de decisiones, lo que ayuda a desarrollar una estrategia global de activos de riesgo.

Las empresas necesitan una vía para que todos los departamentos relacionados se pongan de acuerdo sobre los riesgos completos de la línea de producción y los impactos empresariales asociados, hasta el nivel de los activos. Para lograrlo, el mantenimiento centrado en la fiabilidad (RCM) dibuja una línea clara que vincula el comportamiento de fallo de los activos y las consecuencias empresariales, y facilita una comunicación coherente entre los departamentos, desde la fábrica hasta la sala de juntas.

Facilitar el pensamiento basado en el riesgo

Pocas empresas tienen la suerte de contar con una visión completa de su estado actual y de cómo se relaciona con los planes futuros, y muchas veces esto se debe a no disponer de suficientes datos contextuales. Un buen punto de partida es priorizar los activos en función del riesgo para la empresa en caso de que el activo falle. La ayuda de las bibliotecas precreadas basadas en datos de fiabilidad acumulados por expertos del sector acelera este proceso. Con los datos adecuados y las conexiones correctas entre personas, procesos y activos, los usuarios pueden ver con mayor claridad el impacto real de los activos en el negocio. Puede que un activo no sea inmediatamente crítico para la producción, pero las piezas de recambio tienen un plazo de entrega largo y, por tanto, cualquier fallo acabaría afectando a la producción. O bien, otro activo puede pasar a ser "crítico" por cuestiones de seguridad y cumplimiento, en lugar de por las necesidades de producción. Con datos coherentes y visibilidad clara, las empresas consiguen la consciencia situacional necesaria para implementar una estrategia de activos centrada en los objetivos de la empresa equilibrando el riesgo, el coste y el rendimiento de los activos.

El debate sobre cómo desarrollar y aplicar una estrategia eficaz de APM suele centrarse demasiado en solo uno o dos aspectos de las personas, los procesos y los activos implicados. Sin embargo, se pueden aplicar sistemas digitales para crear una solución integral que:

  1. Capacita a las personas alineando sus funciones con sus talentos.
  2. Libera el flujo de datos entre los sistemas y las personas mediante procesos y tecnologías optimizados.
  3. Traduce los objetivos empresariales para que cada persona pueda comprenderlos en contexto.
  4. Utiliza el análisis comparativo, pero se asegura de comprender toda la historia.
  5. Adopta una visión integral; empieza pensando en el final y trabaja retrocediendo para identificar el primer paso.

La insuficiencia de datos y el aislamiento de los equipos hacen que los usuarios no puedan ni siquiera ver por dónde empezar a desarrollar una estrategia de APM. AVEVA puede ayudarle a obtener la información necesaria para construir su marco de APM. Además, ayudamos a priorizar los activos en función de su riesgo de fallo, su coste de mantenimiento y su contribución global a la empresa. A su vez, estas consideraciones se pueden alinear directamente con los objetivos empresariales en cuanto a disponibilidad de activos, cumplimiento de las normas de salud y seguridad ambiental, productividad y rentabilidad. Estas acciones ciertamente dan lugar a ganancias rápidas, y son esenciales para una estrategia de éxito a largo plazo, vista a través de una única lente de veracidad en toda la empresa.

Descubra cómo AVEVA puede ayudar a su empresa a construir una estrategia de gestión del rendimiento de los activos centrada en los datos.